Smöoy
El hecho de acercarse a un local de esta marca se convierte en algo entre fiesta o celebración, en una especie inmersión en una fantasía infantil cuyo imaginario encuentra referencias en la casa de golosinas de Hansel y Gretel
En algunas de las Jornadas en las que participamos hemos tenido la suerte de compartir conocimientos y experiencias con representantes de algunas marcas destacadas. Para entender su relato de marca con el propósito de presentarlos, buscamos contener en un breve texto lo que dimos en llamar Retratos de Marca.
Tener el valor de reinventar el helado, perdón… una experiencia similar a la del helado, pero más rica, lúdica y saludable. Diseñando un interfaz de marca lleno de proposiciones, pero dejando un papel importante al usuario-consumidor, ejerciendo así su capacidad para decidir y representarse, para jugar y disfrutar.
Se podría crear una mancia nueva similar a la de la lectura de los posos del café, que tomara como base la configuración de un yogur helado de smöoy.
La combinación de toppins, sabores, texturas, colores, sensaciones, unidos al espacio, gráfica y servicio consigue que el hecho de acercarse a un local de esta marca se convierta en algo entre fiesta o celebración (cotidiana, accesible), en una especie inmersión en una fantasía infantil cuyo imaginario encuentra referencias en la casa de golosinas de Hansel y Gretel o en la fábrica de Charlie y la fábrica de chocolate. De esta última la imagen de los cuatro abuelos del niño conviviendo en una misma cama posibilitando la fantasía dulce de su nieto remite una vez más al árbol familiar.
Smöoy nace de una cuarta generación de heladeros de Murcia (como esos cuatro abuelos), y entiende como pocas empresas familiares en este país, que la innovación y la creatividad son la única manera de preservar eso que han heredado, en un contexto que cambia cada vez a más velocidad. Algo así como encontrar la tableta de chocolate premiada gracias a los últimos ahorros de los abuelos (volviendo a la metáfora de Charlie). Han entendido como pocos, que mirando con atención en el espejo, pueden encontrar aquello que los nombra, y que defienden ya desde ese más que ingenioso naming que recoge sus iniciales invertidas como en el espejo.
Smöoy ha sido sensible al cambio de paradigma y decidió crear una cultura de marca de aquello que les hace únicos, representada en el diseño de una experiencia muy bien dibujada y en la recreación de un producto que con toda certeza conocieron de sus padres y abuelos en su infancia, y que al hacerlo suyo, les permite revivir algo de aquello con lo que crecieron, y compartirlo con todo el que se acerca a sus establecimientos, repartidos ya por medio mundo.